Situado en las cadenas nevadas al noroeste del continente, se encuentra un peque?o pueblo fronterizo por donde camina una joven de cabello corto, color casta?o claro y ligeros mechones azules que hacen juego con sus ojos.
Debido a las frías corrientes de la monta?a, también usa un conjunto grueso de ropa similar a un abrigo.
Su nombre es Vela, clasificada como una maga de recopilación.
La magia que utiliza es…
“Hijo, ven a desayunar. Se te va a enfriar la comida, si no bajas rápido la chancla comenzará a volar.”
“?Eres una estúpida! Por eso no sirves. Solo sirves para atenderme en las noches. ?Entiéndelo de una puta vez!”
“?Hoy hay promoción en empanadas y tinto!”
“Entonces en 30 minutos atracaremos la tienda de do?a Carmen, de paso la secuestramos y nos divertimos con ella jajaja.”
La magia que utiliza es la magia de los susurros.
Desde peque?a Vela siempre se ha visto expuesta a escuchar los sonidos del mundo. Aquellos que todos escuchan, aquellos que permanecen ocultos e incluso aquellos que quieren ocultarse.
Para ser sincero, ella tuvo que crecer en un orfanato aislado de las ciudades e inclusive los pueblos.
Aunque tiene familia, no podía aguantar vivir en la misma ciudad con ellos.
Sus padres tampoco podían dejar el lugar por cuestiones de trabajo y responsabilidad.
Y entre todas sus opciones, decidieron que creciera con el bullicio de los ni?os, ya de cierta forma era más asequible que el estar expuesta al mundo de los adultos desde una edad tan peque?a.
Vela sonrió.
Había divisados a dos mujeres de cabello rojo oscuro y ojos del mismo tono.
Uno podría pensar que son hermanas, pero la verdad es que no. Solo descendían de la misma familia Carmesia, familia que ya no existe.
Sus nombres son Aelia Scarlet y Mukuro Ziovania, la primera porta un rifle de francotirador mágico. La segunda simplemente tenía en sus brazos a una peque?a criatura en forma de lobito blanco con ligeras manchas negras y ojos azules.
Pero Vela que ya las conocía, sabía que esa criatura no era tan simple como podría aparentar.
Vela se acercó a ellas.
“Hola Aelia, hola Mukuro. ?De patrulla el día de hoy?”
“oh eres tu Vela, nos toca la rutina de este sector. Le estamos dando un vistazo al pueblo antes de reunirnos con Cantarella.”
La que respondió fue Aelia, bueno nada fuera de lo normal. Mukuro siempre es más silenciosa y algo perezosa.
“oh Cantarella, te refieres a la joven de cabello ondulado largo lila con ojos morados que parecen vacíos como su esencia misma.” Vela puso su índice en la mejilla mientras mira hacia arriba.
“No es un comentario habitual en ti, ?Tienes algún problema con ella?” Preguntó Aelia.
“Para nada, se podría decir que es mi mejor amiga. Solo estaba diciendo la verdad, en ese sentido, ella y Kaera son muy parecidas.”
“La mu?eca del invierno.” Agregó Mukuro en tono bajo.
La criatura solo mira fijamente a Vela.
Esa cosa no tiene nada de adorable. Puede que parezca ahora mismo un lindo cachorro, pero si estuviéramos solos trataría de comerme seguro.
A vela le pareció escuchar un gru?ido proveniente de la barriga de la criatura. Pero decidió ignorarlo.
“Exacto Mukuro, son personas bastante inexpresivas, no considero que decir que sean vacías sea algo ofensivo. En realidad, creo es un gran arma, no poder leer la expresión de alguien es bastante peligroso sabes, además, cuando estoy con ellas me siento bastante tranquila… Como sea, me hacen desviarme del tema.”
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“Aunque eres tú quien habla de más, como siempre.” Suspiró Aelia.
“?De todas formas, que estás haciendo Vela?”
Vela sacó de su abrigo una carta con el símbolo de la Costa.
“Viktor de la familia Gremory me pidió el favor de que le llevara esta carta a Kaera, parece que Allura se la envió a él para que se la diera a ella.”
“?Allura Constantine?” Aelia frunció el ce?o.
“La bailarina del agua.” Agregó Mukuro.
“Exacto, la mejor asaltante de la costa entre nuestra generación.”
“Bueno, suena a algo típico que haría ella. Molestar a Viktor sabiendo el ermita?o que es.”
“Eres graciosa Aelia, pero tienes razón. Ese chico se considera un gran erudito, bueno, cualquiera se lo creería si solo te la pasas en casa leyendo grimorios y estudiando. Creo le vendría bien salir un poco a que le dé el aire, su tez se veía pálida cuando me dio la carta.”
“Wikimana.” Susurró Mukuro.
“Esoooo, de hecho, no es un mal apodo. Me gusta tus ocurrencias.”
Mukuro sonrió satisfecha.
Ugh ataque crítico al corazón, esa chica no podría hablar mucho, pero expresa una gran dulzura incluso con ese cuerpo sexy que tiene. Si yo fuera Aelia creo podría sentirme un poco mal si las comparan físicamente…
No es que Aelia no sea bonita, de echo todos los magos de más de 18 a?os se someten a una sincronización de cuerpo mágico para optimizar su organismo entorno a la magia que han desarrollado durante los a?os anteriores.
Cuando desarrollas un cuerpo mágico elimina la mayor parte de impureza, y por norma te vuelves mucho más hermosa que la persona común.
Por esa razón los magos son bastante envidiados, son bellos, viven más y tienen un estatus alto solo por ser ellos.
Puedes pensar que ser mago es genial, pero tampoco es fácil, solo el 25% de la población actual se puede considerar uno. Aunque la mayoría de los seres tengan predisposición a la magia.
Lo que te define como mago es la creación de tu núcleo mágico antes de la sincronización del cuerpo mágico.
Con la primera eres un aprendiz de mago, con la segunda te estableces como mago formal.
Vela se perdió un poco en sus pensamientos, después de todo había tenido que trasnochar estudiando las bases del conocimiento mágico en caso de que lo pregunten en el examen de ASDIM, aunque fuera en 2 meses y 2 semanas…
Mierda, ahora no puedo evitar relacionar las cosas con el estudio…
“Vela, creo te dejaremos. Tenemos que irnos del pueblo a reunirnos con Cantarella.” Comentó Aelia mientras frotaba sus manos y dejaba salir su aliento blanco.
“Ah si por supuesto, no les quitaré más tiempo. Pero creo en 10 minutos habrá un atraco en la tienda de do?a Carmen. Y parece haber un caso de maltrato familiar a 24 casas de aquí, 11 hacia atrás, y 13 hacia la izquierda. Pensé que eso les ayudaría.”
Aelia estrechó los ojos, Mukuro dejó escapar una leve sonrisa, la criatura se lamió la boca.
“Deberías empezar por esa cosas… Como sea, nosotras nos encargamos. Nos estamos hablando Vela.”
“Por supuesto Aelia.”
“Hasta luego Vela.”
“Cuídate Mukuro, sigue siendo tan bella como eres.”
Mukuro asintió y el par de mujeres de cabello rojo se fue.
Vela redujo su campo de escucha y decidió seguir su rumbo al castillo de Winterfall.
Según la princesa, Kaera se encuentra con ella.
***
“No se preocupen chicos, su hermano mayor está aquí.” Habló el joven de capucha con dise?o de cabeza de oso blanco, cabello del mismo color y ojos plateados.
“Edwin…” La mujer de cabello largo gris oscuro y ojos violetas azulados no podía evitar preocuparse mientras abrazaba a los ni?os peque?os junto a las monjas.
“Oh vamos, que son unas peque?as criaturas del dominio de las tinieblas.”
Aunque Edwin trataba de expresar seguridad, no podía evitar mirar hacia la enorme barrera de niebla gris oscura que se divisa a lo lejos.
Las cadenas nevadas organizadas en torno al reino de Winterfall, son unas de las fronteras del continente.
La frontera está limitada por medio de una enorme barrera de niebla que se eleva hacia el cielo casi partiendo el mundo en dos.
Detrás de ella se encuentra el territorio conocido como el dominio de las tinieblas.
La formación estelar se sigue debilitando. Cada vez es más frecuente el ingreso de criaturas de bajo rango.
Como mago que trabaja como mercenario, Edwin podía deducir este hecho debido a los constantes reportes de sus compa?eros.
En la situación actual, Edwin no está preocupado por sí mismo, si no le preocupan son los chicos detrás de él. Las criaturas a las que se enfrentan son una especie de lobos.
Como todas las criaturas de las tinieblas, su cuerpo está rodeado de materia gaseosa del mismo color que la niebla de la frontera.
En particular este tipo de criaturas se especializa en velocidad y ataques grupales, no sería raro si algunos trataran de distraerlo mientras los otros van por los indefensos.
Edwin fortaleció su determinación.
Son un total de 9 criaturas, siendo el del centro el más grande con 3 metros de altura y los otros con solo 2.
El Alfa aulló y las criaturas se dispersaron en grupos de 4 por los costados rodeando a Edwin y el grupo del orfanato.
Mierda, no puedo correr riesgo y guardarme nada.
Edwin levantó la mano derecha hacia el cielo, un circulo mágico de color celeste apareció debajo de él y un rayo de color blanco aterrizó sobre él.
Su cuerpo mutó, creció uno, dos, tres, hasta 6 metros de altura.
Su cara se deformó, le crecieron garras y pelaje por todo el cuerpo.
Se había transformado en un enorme oso blanco.
Edwin rugió con fuerza y círculos aparecieron alrededor de su cuerpo convirtiéndose en una armadura plateada.
Edwin volvió a rugir, de su cuerpo se liberaron rayos blancos que rodearon al grupo creando un iglú de hielo, la única entrada disponible se encuentra en la dirección donde él está.
Los lobos atacaron el iglú, pero este apenas cedió.
Por el momento se resignaron y volvieron con su Alfa.
La criatura parecía estar evaluando a Edwin.
Finalmente, como si hubiera tomado una decisión, el Alfa aulló y numerosos rayos negros envolvieron a la manada aumentando su tama?o al doble y reforzando el filo de sus garras y colmillos.
Ah mierda, realmente son criaturas mutadas…
Edwin no podía evitar maldecir para sus interiores.
Parece que las criaturas decidieron que sería más rentable atacar al Oso primero que tratar de destrozar el iglú.
Como sea, supongo que es hora de jugar.
Los lobos aullaron, el oso rugió y comenzaron la carga los unos contra el otro…